Desde muy pequeñ@s, seleccionamos, recopilamos y coleccionamos una gran variedad de unidades. Para ello, tenemos cajas, carpetas, bolsas y, yo añadiría, una “pequeña mochila”, una mochila vacía que vamos cargando, una mochila que nos acompañará para el resto de nuestros días.
Nuestros padres y madres, nuestra familia, fundadores y pioneros, irán rellenando esa pequeña mochila, nos orientarán en colocar de la mejor de las maneras lo que será más que nuestro tesoro más preciado, NUESTROS VALORES.
Valores que iremos recogiendo a lo largo de nuestra vida, recopilando en cada una de nuestras experiencias y aprendizajes. Valores que conoceremos en casa, en la escuela, en lo que vemos y en lo que oímos. Unos se acomodaran e instalaran y otros no perdurarán entre nuestro equipaje.
Topando así con infinidad de ellos, HUMILDAD, SOLIDARIDAD, HONESTIDAD, RESPONSABILIDAD, .... Así, nuestra madre pudo mostrarnos el valor de AMAR a nuestros herman@s, nuestro padre el valor de COMPARTIR con los demás, nuestros profesores el valor de RESPETAR a nuestros compañer@s, el instituto el valor de COOPERAR, nuestro grupo el valor de AYUDAR, nuestros amigos el valor de CONFIAR, etc.
Pero no basta con conocerlos para añadirlos, debemos notarlos, sentirlos, distinguirlos, respetarlos, evaluarlos, vivirlos. Y TRANSMITIRLOS Ellos, nuestros valores, nos acompañarán y nos guiarán, por lo que deberán ser valores en los que creamos, con los que podamos caminar cómodamente y con los que podamos sentirnos custodiados por mucha, mucha gente, hacia la mejor de las metas. Siendo el reflejo de lo QUE PENSAMOS Y HACEMOS.
Así y con el apoyo de los nuestros e iguales es como vamos completando nuestra jerarquía, como vamos intimando con cada uno de los valores. Con los que vamos interpretando el mundo que nos rodea, su belleza, importancia y utilidad.
Este orden natural que vamos asimilando y que hemos construido, se irá ajustando con el paso del tiempo, pues habrán valores que saltarán de peldaño en peldaño, otros que se añadirán, otros que desaparecerán, … siendo cada momento, cada situación, cada persona, cada práctica los que irán dando forma y moldeando, los que nos irán dictando el puesto que deben ocupar.
Por lo que es nuestro recorrido, nuestra compañía, nuestra familia, los que sin lugar a dudas garanticen la mejor de las escalas.
Cargados con ésta, nuestra mochila pasearemos por cada uno de los ámbitos que ocupan nuestra vida. Será nuestra jerarquía la que determine cada una de nuestras acciones y pensamientos. Será ella la que nos señale donde tenemos que dirigir la mirada y donde tenemos que ocupar nuestro tiempo y nuestras fuerzas.
Por lo que lo ideal es dirigirnos hacia una Jerarquía que se OCUPE por y para ser más COMPROMETIDA, más HUMANA, más GLOBAL. Jerarquía que cabe en cada uno de los espacios donde vamos y participamos y que obviamente debe tener su lugar en la POLITICA.
Pues la escasez de valores con la que siempre hemos asociado a la Política viene relacionado con la escasez de valores que han tenido sus representantes. El concepto tan negativo con el que siempre la hemos percibido, por el que siempre nos hemos alejado de ella, viene debido a quienes la han compuesto, personas que llegaron y gobernaron con mochilas vacías, vacías de valores y preparación para así poder llenarlas de poder económico y social.
Polític@s que optaron por deshacerse de sus valores y gobernar sin éstos. Y que mancharon la palabra y el movimiento político para que así fuera rechazado por personas con “buenas” mochilas, “buenos” valores.
Así son los polític@s, así será la política, así será el municipios, el país, el mundo. Regla que nos invita a reflexionar que si la persona autorizada en tratar nuestras preocupaciones, si la persona encomendada en velar por nuestras inquietudes, si la persona encargada en gestionar nuestro barrio, si la persona estimada en protegernos, si la persona preciada en hacer política, … si la persona, el/a político/a HACE, TRANSMITE Y TIENE los mejores valores, Mejor será el MUNICIPIO, Mejor marchará el PAÍS, Mejor yacerá el MUNDO en el que vivimos.
Yurena García Sánchez
Desde antaño la política ha sido el marco perfecto para algunos individuos para enriquecerse y para corruptir. Cómo bien dice Yurena los valores que éstas personas poseían eran simplemente el modo de beneficiarse en primera persona con tapaderas, mentiras, excusas y demás artimañas que hacían del engaño la herramienta perfecta con la que se mantenía al pueblo "contento". Es momento de dar un giro a todo esto y que el pueblo sea el motor de un nuevo despegue, dónde el pueblo SÍ esté presente, dónde esos valores SÍ tengan causa y efecto, dónde se sientan útiles, dónde entre todos llenen esas mochila de buenas intenciones.
ResponderEliminarSe necesitan cambios de gobiernos, aire fresco que llegue a nuestras casas, que lo sintamos como roza nuestra piel... en definitiva... que lo sintamos más cerca nuestra, que lo sintamos como parte de nosotros mismos, llenemos esa mochila y viajemos juntos por el terreno de la justicia, de la verdad, del compañerismo, del sacrificio, del trabajo y de la buena voluntad, es vuestra oportunidad!